domingo, 17 de enero de 2010

TIEMPO DE PACES


La exposición, a través de grabados y pinturas trata de reflejar los periodos desde la Revuelta de los Países Bajos hasta la Tregua de los Doce años, ilustrando la mayoría de cuadros, mediante alegorías los momentos más significativos de este periodo.




Minerva desarmada por Venus, alegoría de la Paz de Cateau-Cambresis entre Enrique II y Felipe II que ponía fin a su enfrentamiento en el norte de Italia y en la frontera de los Países Bajos. El acuerdo incluyó un doble enlace matrimonial: del duque Manuel Filiberto de Saboya con Margarita de Valois, hermana de Enrique II de Francia y del rey Felipe II de España con Isabel de Valois, hija del soberano francés y de Catalina de Medicis.
La diosa del amor Venus abraza a la diosa de la guerra y de la paz Minerva. Como símbolos de la Paz aparece una rama de olivo, la paloma de la paz y un ángel coronando con una corona de laurel.


Protesta de la nobleza ante la gobernadora general Margarita de Austria en el palacio de Coudenberg en Bruselas, 5 de abril de 1566. Franz Hogenberg

Estos aguafuertes fueron publicados como hojas volanderas, suplementos de noticias e ilustraciones de libros históricos. Esta estampa representa la petición formulada en abril de 1566 por un grupo de nobles ante Margarita de Austria, gobernadora general de los Países Bajos. La situación entre la gobernadora y buena parte de las elites se había ido deteriorando tras la destitución del Cardenal Garnvela. El conde de Egmont había acudido a la corte española a solicitar a Felipe II que se rebajase la severidad de los placartes dictados para reprimir la herejía protestante. El barón de Brederode, acompañado de 300 confederados armados que se autodenominaban “mendigos”, presentaron antela regente la petición que exigía la moderación de los placartes y la abolición de la Inquisición.




La furia española en Amberes, 4 de noviembre de 1576.
El duque de Alba y su tribunal de la sangre continua con las persecuciones y los tercios españoles no cobran por la segunda bancarrota de 1575 por ello saquearon la ciudad de Amberes durante cinco días. En 1574, unos 4500 veteranos del ejército de Flandes entraron en la ciudad de Amberes para tomarla como rehen y exigir el cobro de las numerosas pagas atrasadas. El año 1576 quedaría marcado por los graves motines y saqueos que protagonizaron las tropas impagadas, primero los españoles y luego los valones. El acto mas severo que finalizó con la firma de la Pacificación de Gante fue al asalto y saqueo de la cuidad de Amberes el 4 de noviembre de ese año.
Este lienzo demuestra la crudeza de las atrocidades cometidas por los soldados: asesinatos, violaciones, ensañamientos con la población civil, saqueos, pillajes.. Al fondo se ve el ayuntamiento ardiendo. Las calles estan repletas de cadaveres que son desnudados y que siguen arrojándose desde las ventanas. Los oficiales mas afortunados gozan de improvisados banquetes en las mejores casas como puede verse en sendos salones interiores a derecha e izquierda de la imagen. Se detallan torturas y excesos brutales.


Esta sátira antiespañola muestra un claro ejemplo de bestialización del adversario presentando a los españoles como “marranos” por su mezcla de sangre y costumbres con musulmanes y judíos.



Alegoría de la rendición de Amberes 1585. Hans Vredeman de Vries

Felipe II contrata los servicios de Alejandro Farnesio, Duque de Parma, para solucionar los problemas. En esta alegoría aparecen en el centro de la escena el rey Felipe II y el duque d Parma, que como general victorioso, entrega el escudo laureado de la ciudad de Amberes al rey. Entre las gruesas columnas figuran Hércules a la izquierda con una rama de olivo y su maza vistiendo la piel del león de Nemea, como símbolo de la fortaleza, y a la derecha, Prometeo con una lámpara encendida en su espada y una rama de olivo como símbolo de la perseverancia. En el mural trasero están representados alegóricamente actos de concordia: beso entre la paz y el amor y la paz y la justicia tienen las manos entrelazadas. En la esquina inferios izquierda huyen cualidades negativas: religión y discordia representada como una mujer atormentada con los pelos revueltos.


Spínola extrae al Leo Belgico la espina de Ostende. Aguafuerte.

El archiduque Alberto ofreció al marques Ambrosio Spinola (la familia Spinola eran asentistas genoveses, prestamistas que trabajan con Felipe II desde 1550. Inician un ascenso social muy rápido hasta ennoblecerse y ostentar el título de Marqués. Demuestra que la sociedad estamental del siglo XVI no era tan rígida y mediante dinero y servicios a la corona había posibilidad de un ascenso social) la dirección del asedio a cambio de proveer y anticipar el dinero necesario para costear los gastos que generaba.

La estampa, que forma parte de la serie de Hojas Históricas de los Hogenberg, representa al maestro de campo general Ambrosio Spínola quitando con sumo cuidado una espina clavada en la pata trasera de un manso león, alusión heráldica al escudo del condado de Flandes y al Leo Belgicus con que se representa al conjunto de los Países Bajos. Esa espina, se juega con el propio nombre del general que significa pequeña espina en italiano, representa a la plaza de Ostende y con su reconquista en 1604 se quería poner fin a la ocupación de Flandes por tropas de las provincias rebeldes.




Intercambio de las princesas Ana de Austria e Isabel de Borbón en el Bidasoa el 9 de noviembre de 1615. Atribuido a Pieter Van der Meulen.

Este cuadro representa el protocolo a la hora del intercambio de las dos princesas: Ana de Austria, hija de Felipe II que va a casarse con Luis XIII e Isabel de Borbón que se casará con Felipe IV. Se elige el río Bidasoa que es fronterizo entre ambos países y el intercambio se realizará en la Isla de los Faisanes que es territorio neutral. Se acuerda que, para que ninguno de los dos países prevalezca sobre el otro, las edificaciones en ambas orillas se hagan con las mismas dimensiones, se realiza un complejo juego de poleas para que ambas embarcaciones llevando a las princesas, lleguen al mismo tiempo a la isla. Los monarcas no podían asistir al intercambio. A pesar de estos acuerdos preliminares, España realizó una casta más grande que la francesa aprovechando el exceso de terreno que tenía por detrás respecto a Francia; Felipe III acudió de incognito entre la multitud, Francia realizó una fachada de su caseta más elaborada y decorada de lo previsto. Esto indica la importancia del ceremonial para las monarquías de esa época. No era una mera formalidad sino una expresión de poder, por eso en este caso se intenta una equidistancia entre ambos, situándose al mismo nivel.


Rocio Moreno Landahl

3 comentarios:

  1. Apasionante crónica de la exposición!! Magnifica la visión y la descripción del momento histórico que refleja cada una de las obras. Me ha va ser de gran utilidad cuando visite la exposición.

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  2. Me habían hablado de esta exposición pero después de leer tu comentario creo que merece la pena ir a verla

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  3. Hay una pequeña errata en Felipe II. Es Felipe III:
    (Ana de Austria, hija de Felipe II que va a casarse con Luis XIII e Isabel de Borbón...)

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