martes, 27 de octubre de 2009

Temario impartido en clase el día 22/10/09

Nos encontramos grandes epidemias de pestes como la de España de 1595, la peste de principios de siglo en Castilla fue muy importante y dejó huella durante varias generaciones. En Suiza también se dio un brote de peste entre 1610 y 1615, en el norte de Italia en 1630 y 1665, y en Turquía en 1661.

Evolución de la población en los siglos XVI, XVII y XVIII.
En el siglo XVI se dio un importante crecimiento demográfico derivado de un aumento de la producción agrícola (buenas cosechas). La población ya no moría por inanición. Europa desde mediados del siglo XV se va a encontrar plenamente articulado por medio de los mercados, siendo las ferias un papel muy importante, este era un espacio o lugar que coincide con una ciudad en densas zonas animando los niveles de compra-venta. Encontramos algunos mejor articulados que los de la edad medieval. Europa estaba llena de una red de ferias que permitían la compra y venta y también el envío de dinero, muy importante desde el punto de vista financiero. En España, por ejemplo estaba Medina del Campo, Medina de río seco y Villalón, éstos fomentaban la integración de mercados y tenían una trascendencia a nivel internacional. También nos encontramos con Lyon en Francia que progresivamente será desplazada por la de Besansson( motivado por Carlos V para aislar a su enemigo Francisco I).
Brujas en el siglo XVI perderá importancia a favor de Amberes y éste en el último tercio del siglo XVI será sustituido por Ámsterdam. También hay otros mercados de gran importancia como los de Frankfurt, Roma y Liborno. Toda esta red tiene como consecuencia una disminución en los costes de transacción.

Hay tres tipos de costes en economía: el de producción, el de transacción y el de oportunidad. El primero es lo que vale un producto, el segundo los costes para poder llevar al mercado ese producto, y el último es lo que uno deja de ganar por tomar una decisión y no otra.

Por lo tanto, los costes derivados de negociar disminuyen porque es más fácil poner el producto en venta. También hay que tener en cuenta como influyó en esto, la llegada de masa monetaria de América.

Este crecimiento demográfico a lo largo del siglo XVI no cambió la estructura agraria de tipo antiguo. Hay que entender que aumenta la producción pero no la productividad, es decir, aumentó la cantidad de terreno cultivable pero no la cantidad que debería dar.

Hubo un importante proceso de urbanización en toda Europa aumentando el número de ciudades y las personas que vivían allí. Las ciudades que más crecieron fueron Holanda, Inglaterra, norte de Italia y Castilla. Cuando hablamos de aumento de tasas de urbanización de igual modo aumentan las actividades económicas vinculadas como el comercio, lo cual incide en el crecimiento demográfico. Las tasas de urbanización en Castilla son superiores de lo que se pensaba, se sitúan a la vanguardia en contraposición con el norte de Italia y Holanda.

Una ciudad se define por el número de habitantes y por las funciones que cumple la ciudad : densificación, economía vinculada al sector primario.. Por lo tanto, durante el siglo XVI nos encontramos ante una población, unas ciudades y unas estructuras económicas que se diversifican, sin embargo, nos encontramos ante todo un predominio del mundo rural con porcentajes del 80% de personas dedicadas al campo.

En cuanto a la evolución de la población del siglo XVII, denominado “el siglo de Hierro”, nos hallamos ante un descenso de la población en términos generales, dándose un proceso de reestructuración de la población pasando del mundo mediterráneo al mundo atlántico. De tal modo, que la población desciende notablemente en el mundo mediterráneo, en centro Europa y en la Europa del este (aunque en Inglaterra y Holanda no se da este descenso, incluso aumenta la población). En España la población desciende trasladándose a la periferia, a la costa.

En resumen, las ciudades perderán importancia, si exceptuamos las cortes, las ciudades perderán población, asistimos a una ruralización definida porque las ciudades en el mundo mediterráneo o en la Europa oriental pierden población y van perdiendo esa economía propia del mundo ciudadano.

Las ciudades se hacen agrociudades, que son ciudades cuya economía se centra especialmente en el campo. Por otro lado, las costas ofrecen oportunidades de trabajo siendo centros receptores de población.

Madrid durante el siglo XVII no pierde población, sin embargo, la submeseta norte y la sur van siendo despobladas.

La zona de Valdepeñas ganará importancia porque se instala una red de posadas y pueblos con la creación de lo que más tarde sería la carretera de Andalucía.

La crisis se deriva del empeoramiento del clima (pequeña edad del hielo) dándose peores cosechas, crisis de subsistencia. En la Europa oriental esta situación tendrá unas consecuencias fatales, esto se llama la servidumbre de la gleba o segunda servidumbre. Esto es que durante el siglo XVII, al este del río Elba se van a reforzar los lazos de dependencia personal, afirmándose el feudalismo suponiendo la imposibilidad del campesino de salir de la tierra.

Se produce la ley de rendimientos decrecientes, quiere decir, que los rendimientos tienden a ser inferiores según se van dilatando en el tiempo si no hay cambios en la estructura que la sustenta. En resumen, que el trabajo es el mismo pero los beneficios que obtienes no pueden ir creciendo sin medida.

En el siglo XVI aumenta la población y con ello hay que aumentar la superficie de cultivo, pero como no aumenta la productividad, llega un momento en que la tierra no da más de sí. En definitiva la producción cae al alcanzarse un tope en el crecimiento demográfico, pero estas tierras ya no pueden dar más. El aumento de producción del XVI agota la productividad de la tierra y no se pueden poner más tierras en cultivo.

El impacto de la guerra y el feudalismo: los gobiernos europeos cada vez están pidiendo más impuestos afectando a las estructuras económicas. El peso de la guerra y la fiscalidad también incide en la perdida de importancia de las ciudades. La fiscalidad incide de forma negativa en los sectores urbanos, lo que explica porque la población no emigra tanto a las ciudades.

La evolución de la población en el siglo XVIII está caracterizada por ser una fase alcista con la recuperación demográfica durante los 40 o 50 primeros años de este siglo. Llega hasta la última parte del XVIII, pero continúa siendo una demografía de tipo antiguo. Sólo Gran Bretaña sobre 1740/50 cambia, sin embargo, las demás siguen igual con una alta natalidad cuya evolución depende de unas estructuras económicas de tipo antiguo. En Inglaterra desde 1750 se da el mayor aumento de población y en España se da la nueva redistribución de la población en las regiones (zona norte, castilla interior, Andalucía, costa mediterránea) tanto Andalucía y el oeste mediterráneo cambian con menos tasas de mortalidad en comparación con castilla interior.

Se ponen las bases del reparto poblacional de la España contemporánea, Barcelona, País Vasco y Madrid crecen en población.
Solamente en Inglaterra en 1750 empieza a imperar un nuevo régimen demográfico. En Francia hasta 1830/40 la demografía no cambia de signo. En España hasta el último tercio del XIX no cambia el modelo demográfico.

Las características de la economía en la edad Moderna.

Economía de tipo Antiguo con un predominio de la agricultura hasta la revolución industrial, agricultura de bajos rendimientos (4 o 5 granos por grano cultivado) y el 80-85% población dedicada al campo.

Predominan los cultivos de secano, con escaso uso de abonos, escasa tecnificación donde el regadío apenas se utilizaba. Estos 4 o 5 granos no daba para mucho más, con ellos había que pagar impuestos, dar de comer al ganado y ser reservados uno o dos granos para plantar al año siguiente. Rendimientos que dan solo para la subsistencia. Esta fragilidad de la economía atada a las condiciones climatológicas. Las excepciones son Inglaterra y las Provincias Unidas.

Las relaciones y los transportes eran lentos, había deficiencias en el transporte terrestre y naval, caminos romanos, amenaza de bandolerismo y una preferencia por la vía marítima.

A su vez se dio un aumento de la masa monetaria implicando el aumento de dinero circulante lo cual hizo que todos los productos se midiesen en términos de moneda y no de trueque. El aumento de masa monetaria fue fundamental para el desarrollo del capitalismo, comenzó a mediados del XV con el llamado tiro de manas centroeuropeas y América lo amplía.

Con el aumento de masa monetaria , aumentaron los mercados, habrá que esperar hasta el siglo XVIII para observar una mejora notable en la red viaria especialmente en Inglaterra con el Macadán, argamasa que se echa en los caminos y permite una mejora se da especialmente en Inglaterra. Los barcos también avanzaran con la máquina de vapor.
Rocío Pérez Díaz

2 comentarios:

  1. Rocío, la apreciación que realizas sobre Madrid y el despoblamiento castellano se produjo en el siglo XVII, y no en el siglo XVI, como apuntas.
    Atentamente,

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  2. me equivocaría al tomar los apuntes en clase, ahora mismo lo corrijo. Gracias por la apreciación. Un saludo.

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